El equipo que provocó más comentarios con su comportamiento durante el período de la fecha límite de cambios: Los Mets de Nueva York.
Sin dudas ha sido una temporada decepcionante la que han tenido. Se esperaban movimientos. Pero negociar a Max Scherzer y Justin Verlander cambia de manera radical el plan inmediato del conjunto.
Fue interesante ver las declaraciones del agresivo dueño Steve Cohen, un hombre que ha construido una fortuna de billones de dólares en base a analizar probabilidades y hacer proyecciones exitosas.
Dijo Cohen: “Si vas a tener un 12% de probabilidades de ganar, yo no apostaría mi dinero a eso. Creo que nadie lo haría. Tener esperanzas no es una estrategia”.
Es un pensamiento práctico y correcto, sobre todo al considerar que los Mets nunca mostraron consistencia para construir la clase de racha que iba a ser necesaria para avanzar a la siguiente etapa.
Así las cosas, Cohen y su grupo decidieron dar dos pasos hacia atrás con la esperanza de dar tres hacia adelante.
Al negociar a los dos futuros miembros del Salón de la Fama junto con David Robertson, Mark Canha y Tommy Pham, los Mets le dieron un giro a su ranking de jugadores jóvenes. Cuatro de esos prospectos adquiridos están entre los primeros nueve de la organización.
Los principales son el infielder Luisangel Acuña (hermano menor de Ronald que llegó en el cambio de Scherzer) y los jardineros Drew Gilbert y Ryan Clifford, recibidos desde Houston en la transacción de Verlander. Los otros son el infielder Marco Vargas, el receptor Ronald Hernández y el lanzador Justin Jarvis.
El costo de adquirir estos prospectos fue alto, altísimo, si consideramos que los Mets pagarían un máximo de US$88 millones de dólares de los salarios de Scherzer y Verlander entre 2023 y 2025. La cifra sería unos 18 millones menor si la opción condicional de Verlander para 2025 no se activa.
En cuanto al futuro inmediato, los Mets han dejado entrever que no intervendrán en la competencia por los agentes libres más costosos de la clase 2023-24, lo que los sacaría de la carrera por Shohei Ohtani.
Pensando en la aspiración de ser competitivos en 2024, hay mucho trabajo por hacer, con huecos importantes que llenar en la rotación, el bullpen y los jardines.
La próxima temporada luce un año de transición para una franquicia que creó grandes expectativas con la llegada de Cohen.
