Este jueves se cumplen 21 años de la noche en la que el tercera base dominicano de los Cardenales, Fernando Tatis, detonó dos jonrones con bases llenas en un mismo inning en el Dodger Stadium. Lo que fue aún más impresionante es que lo hizo ante el mismo lanzador (Chan Ho Park). Nadie había conectado dos jonrones con las bases llenas en una misma entrada, nadie lo ha hecho desde entonces y es posible (tal vez muy probable) que no vuelva a pasar.
“¿Con qué podría compararse?” dijo el legendario narrador de los Dodgers, Vin Scully, al St. Louis Post-Dispatch después de sucedido el hito. “No sé si puede compararse con nada. Es absurdo que haya sido en un inning”.
Tal vez pronto Tatis sea más conocido por ser el padre de Fernando Tatis Jr., quien tenía menos de cuatro meses para entonces. El campocorto del Día Inaugural de los Padres lleva OPS de .954 y ha dejado en evidencia las cinco herramientas con las que cuenta en sus primeros 22 compromisos en las Mayores.
Pero es probable que, sin importar lo que logre el hijo, el padre tenga siempre un lugar en los libros de récords. Tras dos décadas desde la doble dosis de grand slams otorgada por Tatis, vamos a analizar esta increíble hazaña.
¿Cómo pasó?
El 23 de abril de 1999, 46,687 personas asistieron al Dodger Stadium en una fría noche de viernes.
No había pasado mucho tiempo desde que San Luis adquirió a Tatis proveniente de Texas, en la fecha límite de cambios de 1998. Cerró ese año bateando bien y comenzó el 1999 en un gran momento, llegando al Dodger Stadium bateando .250/.390/.542 con cuatro jonrones y 11 remolcadas. El oriundo de San Pedro de Macorís, de 24 años, estaba justo por detrás de Mark McGwire en la alineación.
El lanzador que enfrentaron los Cardenales esa noche no estuvo en su mejor momento. Park fue un derecho que llegó desde Corea de Sur y se estableció como pieza importante de la rotación de Los Ángeles. En 1998 dejó un sólido promedio de carreras limpias de 3.71, y su proporción de 0.65 jonrón permitido por cada nueve entradas fue el 10mo menor, entre 96 lanzadores calificados en las Mayores.
Tras dos entradas, no había pasado nada fuera de lo común, y los Dodgers contaban con una ventaja de 2-0. Pero allí comenzó todo.
Dos sencillos y un bateador golpeado llenaron las bases sin outs para Tatis, quien detonó un cuadrangular hacia el bullpen del jardín izquierdo, haciendo que el narrador describiera el batazo con una “distancia McGwire”.
Mucho tenía que pasar para que Tatis tuviera otra oportunidad. Y bueno, mucho pasó.
Un out más tarde, el cubano Eli Marrero pegó jonrón. Tras dos boletos en fila, el lanzador quisqueyano de los Cardenales, José Jiménez, intentó sacrificarse con un toque de bola, pero Park no pudo forzar el out en tercera y se llenaron las bases. Darren Bragg pegó un roletazo hacia el primera base Eric Karros, quien lanzó para el plato, pero el receptor Todd Hundley tuvo que salirse por un error en el disparo. El colombiano Edgar Rentería dio un sencillo productor de una carrera y luego McGwire falló con un elevado. Esta serie de eventos le dejó la mesa servida a Tatis para regresar con las bases llenas y San Luis arriba en la pizarra 7-2.
Park ya tenía 81 lanzamientos, incluyendo 42 en el inning, pero los Dodgers lo habían mantenido en la loma (el manager Davey Johnson fue expulsado tres bateadores antes).
Tatis, con la cuenta llena y ante un Park agotado, bateó un lanzamiento quebrado que quedó tendido (el 87mo y último pitcheo del serpentinero de los Dodgers en el juego) y lo depositó en los asientos del jardín izquierdo-central.
“No creo que vuelva a suceder”, dijo Park a The Athletic el año pasado.
Park disfrutó de una sólida carrera en las Mayores, lanzando casi 2,000 entradas en 17 años. Fue seleccionado a un Juego de Estrellas y ganó 124 partidos. Pero su trabajo de esa noche quedó así: 2.2 entradas, ocho imparables, 11 carreras (seis limpias), tres boletos, dos ponches y tres jonrones. Sólo 21 abridores han tenido un juego de 11 carreras permitidas en menos de tres entradas.
¿Cuán improbable es que se repita?
Pegar dos grand slams en una entrada es una tarea difícil. Eso es obvio. Pero se demuestra aun más lo impresionante del hecho al investigar los números.
“Tienes más probabilidades de ganar la lotería”, le dijo McGwire al Post-Dispatch. Una hipérbole que no está tan alejada a la realidad.
Según _Baseball Reference_, ha habido alrededor de 3.9 millones de entradas lanzadas a lo largo de la historia de las Mayores. Y en apenas una de esas un mismo jugador dio dos jonrones con bases llenas. Pero incluso eso no abarca toda la dificultad.
El especialista en datos de MLB.com, Tom Tango, revisó los números y encontró lo siguiente:
• Se necesita de un típico cuarto bate de poder que conecte 30 jonrones por temporada (600 veces al bate).
• Ese mismo bateador llega al plato en la primera entrada el 62% de las veces, y el 1.7% de esos turnos son con las bases llenas. Sólo el 5% de esas oportunidades resultan en jonrones.
• Ahora viene la parte difícil. Incluso después de conectado el primer cuadrangular con casa llena, nuestro bateador tiene 1.5% de oportunidades de volver al plato en ese inning. En ese caso, el 21% de las veces al bate sería con las bases llenas, pero nuevamente, el jonrón ocurre en un 5%.
El resultado final: Alucinantes probabilidades de 12 millones a uno, para que este hecho en particular se pueda concretar.
Por Andrew Simon/MLB.com