Ahora que podemos crear distancia con relación a la temporada 2023 de MLB, es justo reconocer la increíble actuación que tuvo Ronald Acuña, Jr., astro de los Bravos de Atlanta y uno de los mejores jugadores del negocio en este momento.
Finalmente en plenitud de condiciones luego de ser operado en 2021 para reparar un desgarro de ligamento en su rodilla derecha, el venezolano puso números que sobrepasaron las enormes expectativas que se crearon desde que emergió como principal prospecto de los Bravos de Atlanta.
Si comenzamos con las estadísticas convencionales, Acuña bateó .337/.416/.596 con 41 cuadrangulares, 106 carreras remolcadas y 73 bases robadas. Fue el primer jugador en lograr una temporada “40-70” y estableció una marca de carreras anotadas para un bateador abridor con 149.
Fue líder de MLB en hits (217), anotadas, robos, OBP (.416) y bases alcanzadas (383), y también el mejor de la Liga Nacional en OPS (1.012).
Lo más notable del progreso que mostró el astro de La Guaira fue la reducción de sus ponches. Tanto en 2021 como 2022, se fue con tres strikes en el 23.6% de sus apariciones. En 2023, ese número se redujo a apenas un 11.4%, una frecuencia excelente si consideramos la calidad de los contactos de Acuña. Fue la mayor reducción de un año al siguiente para un jugador en más de 20 años.
El año pasado, fue segundo en MLB (detrás de Aaron Judge) en velocidad de salida promedio con 94.7 mph, líder en contactos de 95 mph o más y uno de los mejores en porcentaje de contactos sólidos. Imagínense el impacto que tiene un incremento en la frecuencia de contacto de un 77% a un 83% para uno de los hombres que le pega a la pelota con más contundencia en el negocio.
El venezolano encabezó a los jugadores de ofensiva en fWAR con 8.3, fue segundo en carreras creadas ponderadas (wRC+) con 170 y también en wOBA (.428). El wRC+ de 170 nos indica que fue un 70% superior al jugador promedio, territorio en que sólo estuvieron Acuña, Shohei Ohtani, Corey Seager y Mookie Betts.
El otro aspecto interesante que nos muestra Statcast es que el jugador de 26 años puede batear cualquier tipo de lanzamiento, promediando .340 contra bolas rápidas, .350 cuando bateó envíos rompientes y .288 contra pitcheos a baja velocidad.
Por esta combinación, estamos en presencia de uno de los abridores más dinámicos en décadas, que es la piedra angular de un excelente equipo como los Bravos.