FARMINGDALE.– El Campeonato de la PGA aceptó mudarse a mayo por primera vez en 70 años para ayudar a que la temporada del golf concluyese antes del arranque de la NFL y darle empuje a un torneo centenario que era visto como el último y menos importante del Grand Slam.
Tiger Woods se encargó de lo último.
Woods le ha devuelto el fervor al golf tras su consagración en el Masters. Once años desde la última vez que había ganado un grande, dos años después de su cuarta cirugía de la espalda y sin garantías de que volvería a jugar, Woods lanzó una nueva era de la Tigermanía.
Durante años, se hablaba de Woods en el pasado. Ahora se habla del futuro.
Y la espera por el siguiente grande fue más breve.
“Estábamos excitados sobre el cambio a mayo antes de que Tiger brillase en Georgia”, dijo Seth Waugh, el director general de la PGA de Estados Unidos.
La 101ra edición del Campeonato de la PGA arranca el jueves en el Black Course del Parque Estatal de Bethpage en Long Island, Nueva York.
Después que Woods completó uno de las historias de recuperación en el mundo deportivo, quizás la mayor pregunta ahora es cuánto le queda. La anticipación apunta ahora a resultados, no simplemente esperanzas. Es el favorito en las apuestas en Bethpage y por primera vez en cinco años tiene la oportunidad matemática de alcanzar el número 1 en el mundo.
El número más significativo es 18. Ése es el total de títulos en las grandes citas que ganó Jack Nicklaus. Es el récord que Woods, tras alcanzar su 15to en el Masters, puede considerar de nuevo.
“Le tomó toda su carrera para llegar a 18”, dijo.
Woods. “Así que ahora que he tenido otra extensión de mi carrera ó una que no pensé que tendría hace un par de años ó si hago las cosas bien y todo me favorece, si, es una posibilidad.