DENVER.- Jacob Stallings estaba teniendo problemas con su bate. El receptor ganador del Guante de Oro inició esta temporada con un OPS de por vida de .665. Sin embargo, estaba bateando apenas .127 en 23 juegos con los Marlins en el 2023.
Pero el cubano Yuli Gurriel lo llamó hacia un lado para hablar con él sobre la posición de sus manos a la hora de batear.
“Me llamó para hablar de tú a tú”, dijo Stallings. “Todos lo respetamos y solemos gravitar hacia él. Si estás teniendo un mal día, suele decirte: ‘Mira, mantente ahí. Sigue ahí. Estás bien, continúa’”.
Eso hicieron los Marlins como equipo luego de perder cuatro de los primeros cinco juegos de una gira de 10 partidos. Y dio resultado: Stallings dio un par de dobletes el miércoles por la noche, como parte de una ofensiva de 14 hits que resultó en el triunfo de Miami 10-2 sobre los Rockies en el Coors Field.
Pero esta vez, fue Gurriel quien lideró la partida. El cubano se fue de 4-4 con tres sencillos, uno de los cuales ayudó a romper una sequía de los Marlins, que tenían de 19-2 con hombres en posición de anotar en la serie hasta ese momento.
Los bates de los Marlins continuaron tronando, pero todo comenzó con el oriundo de Sancti Spíritus, quien tiene de 8-7 en la serie ante los Rockies. Sus aportes dentro y fuera del terreno han sido claros con su nuevo equipo.
“El hecho de tener a un chico con ese pedigrí – ha estado en equipos ganadores. Ganó un título de bateo. He estado impresionado por su nivel de profesionalismo”, comentó Joey Wendle. “Está aquí, viene a trabajar, conoce cómo tratar su cuerpo [aun] a sus 38 años”.
Antes de firmar con los Marlins un pacto de liga menor en marzo, Gurriel sólo había conocido a un equipo en las Mayores, uno que lo ayudó a ganar dos títulos de Serie Mundial. El ascenso de los Astros coincidió con el suyo, luego de salir de Cuba a comienzos de sus 30.
Gurriel impuso topes personales en jonrones (31) y OPS (.884) en el 2019, pero tuvo problemas en la acortada campaña del 2020. Luego se recuperó y ganó el título de bateo de la Liga Americana en el 2021 (.319). Pero después volvió a retroceder el año pasado, dejando un OPS de .647 en 146 partidos.
Fue allí cuando los Astros dejaron ir a “La Piña”. Ahora, con los Marlins, Gurriel batea .291/.330/.427 con tres jonrones en 112 veces al bate. Pero Gurriel no ha visto mucha acción en el 2023, a pesar del tiempo perdido por el inicialista Garrett Cooper.
“Es difícil [abrirle un espacio en la alineación] porque juega en la primera base”, dijo el manager Skip Schumaker. “Tienes a Cooper ahí, quien fue al Juego de Estrellas el año pasado. Pero estamos intentando ser creativos, porque sabemos que su bate, al menos para mí, es real”.
No importa cuál será el futuro inmediato de Gurriel, pero algo sí está claro, el cañonero se asegurará de que todos a su alrededor estén lo más listos posibles.
Manny Randhawa/MLB.com