Pese ausencias, República Dominicana tendrá un gran equipo
POR DIONISIO SOLDEVILA / @dSoldevila
Cuando termine la quinta edición del Clásico Mundial de Béisbol, Major League Baseball deberá decidir si realmente quiere mantener la vigencia de este torneo que reúne a 20 países para definir un gran campeón luego de dos semanas de competencias.
Y deberá hacerlo porque 17 años son más que suficientes para determinar el camino que quieren seguir con el campeonato.
¿Por qué digo esto? Porque desde su nacimiento, todos los fanáticos del béisbol han anhelado lo mismo: tener a los mejores peloteros del mundo enfrentándose con similares de otras naciones.
El fanático del deporte quiere lo mismo que viven los seguidores del fútbol con la Copa del Mundo, ni más ni menos.
Pero esa no ha sido la realidad en ninguna de las primeras cuatro ediciones del Clásico… y tampoco lo será esta vez.
Jacob deGrom, Max Scherzer, Justin Verlander, Luis Castillo, Luis Severino, Framber Valdez, Ronald Acuña, Carlos Correa, son solo algunos de los nombres que no estarán en el torneo… y no necesariamente por una razón de salud.
Muchos equipos presionan a sus talentos (casos Castillo, Severino) para que no participen por temor a lesiones.
Otros alegan que la fecha de marzo, en medio de los entrenamientos de primavera, no es la idónea porque muchos jugadores no se encuentran en condiciones óptimas de juego.
Pero no hace sentido que MLB, que es dueña de la mayoría de los jugadores, no tenga ni siquiera el respaldo de los dueños de equipos para montar el mejor espectáculo posible.
Este es un torneo que se celebra solo cada cuatro años y por la pandemia han pasado seis desde la última edición.
Si la época de los entrenamientos primaverales no es la mejor para celebrar el Clásico, muévanlo de fecha y elijan una en la que todo el que esté sano pueda jugar.
Pero a pesar de los nombres que se quedan fuera del torneo, la República Dominicana contará con una nómina con capacidad de derrotar a cualquier rival que enfrente.
Y también sería bueno que, como país, comencemos a trabajar en inculcar a nuestros hijos e hijas la importancia de la patria, para que cuando un equipo de Grandes Ligas le diga a un jugador que no vaya, éste le responda que su nación va primero.