Para muchos beisbolistas el retirarse de las Grandes Ligas no solo significa cerrar un capítulo importante, sino que tiende a dejar un gran vacío en sus vidas que los lleva a intentar salir de la inactividad e intentar recapturar glorias pasadas.
Este no es el caso de Ronnie Belliard, exjugador y leyenda de los Tigres del Licey, quien a diez años de su retiro dijo que fue una de las mejores decisiones que ha tomado.
“Realmente me siento bien, es un 100% en el retiro. Al principio no sabía que hacer, pero ya después de un año yo decía que eso fue lo mejor que yo hice”, expresó durante una entrevista organizada por la organización azul, liderada por Fernando Ravelo, Ildefonso Ureña y Juan Nova Jr.
Explicó que mientras jugaba pelota en la Gran Carpa, su esposa hizo una serie de inversiones inteligentes, lo que les permite a él y su familia vivir una vida digna. En cuanto a su rol, entre risas indicó que cumple varias funciones
“Ella tiene sus apartamentos, y cuando la gente se muda, uno debe ir y dar su pintaita’, tienes que ir a arreglar, entonces el ‘handyman’ tengo que ser yo”, señaló.
En adición a lo anterior, afirmó que trabaja con el equipo de beisbol de su hijo, en su escuela, agregando que es una forma de estar más cerca de él.
“El Monumento”, triunfo especial
“Cuando tú ganas un campeonato, todos son especiales, pero el más especial fue el de la Serie del Caribe en Santiago”, declaró Belliard, durante una entrevista.
La victoria que hace referencia el excapitán es a la de la Serie del Caribe de 2008, en la que la escuadra de la capital vengó su derrota en la Serie Final contra las Águilas, ganando en el hogar de los cibaeños.
Belliard admitió que su equipo estaba “dolido” por haber perdido contra el eterno rival, lo que le sirvió de motivación extra en el torneo, algo que ratificó el entonces gerente general del Licey, Fernando Ravelo, quien expresó que “habíamos perdido una final peleada con las Águilas, y en el meeting que hicimos dijimos ‘vamos a robarle la Serie del Caribe allá en su casa’”.
La décima corona caribeña del equipo azul es mejor conocida como “El Monumento”, debido al trofeo especialmente confeccionado a la semejanza del Monumento a los Héroes de la Restauración de Santiago de los Caballeros, ciudad sede del certamen.
El Licey pudo participar en esa Serie del Caribe debido a que la Liga Profesional de Baseball de Puerto Rico cerró sus funciones durante la temporada 2007 por baja asistencia, dejando un cupo vacío que le fue otorgado al subcampeón de la Lidom.