Tras pasar momentos difíciles, incluso a punto de perder su vida, decidió encomendarse al camino de Dios
Tras 17 temporadas jugadas en Grandes Ligas en equipos de primer nivel como Mets, Yankees, Dodgers y Gigantes, y haber hecho una fortuna de poco más de 36 millones de dólares, el jardinero derecho retirado, Darryl Strawberry, pasó del mundo del béisbol a la religión.
Casi toda una vida ligado al rey de los deportes, cuyo deporte le brindó la oportunidad de tocar la gloria al ser campeón de Serie Mundial en tres ocasiones, una con los Mets en 1986, las otras dos con los Bombarderos en los años 1996 y 1999.
Hoy en día y alejado del béisbol, Strawberry se ha encomendado a Dios, pues él y su esposa se dedican a predicar su palabra.
La vida de Darryl Strawberry no fue fácil, desde niño, él y sus hermanos sufrían maltrato doméstico por parte de su padre, a quien valientemente un día decidieron denunciarlo y las autoridades lo encarcelaron, su madre tuvo que criar a sus cinco hijos sola.
El béisbol parecía haber curado esas heridas, en su temporada de debut con los Mets en 1983, fue nombrado Novato del Año de la Liga Nacional, sin embargo, la fama le afectó, comenzó a sentirse presionado y el mismo declaró haber empezado a consumir bebidas alcohólicas y drogas.
Finalmente me llene de cocaína, que era mi salida y mi escape. Cuando hacia eso, podía escapar lejos de todo y de todos.
Su acercamiento con Dios inició en aquel lejano año de 1990, cuando los Dodgers lo firmaron. Ya instalado en Los Ángeles, su ciudad natal, su esposa lo invitó a una conferencia Evangelista, no obstante las cosas no fueron distintas, “Straw” siguió consumiendo drogas, de hecho optó por ingresar a rehabilitación, por un momento dejó las adicciones sin embargo cada vez que parecía mejorar, una vez más recaía.
Las mala fortuna perseguía a Strawberry, en 1998 fue diagnosticado con cáncer de colon, después de la cirugía y seis quimioterapias regresó sano y salvo al campo de juego. Un año después, en 1999, fue suspendido por la Liga debido a su arresto por solicitar una red de prostitución y posesión de drogas. Cinco años más tarde, el ex jardinero lo había perdido todo, su carrera en el béisbol, su esposa y estuvo a nada de perder su vida.
Como pudo, en 2004 fue a una convención de lucha contra las drogas, ahí conoció a Tracy, quien había salido de ese mismo problema. Se hicieron buenos amigos a tal grado que en el 2006 finalmente se casaron y lograron recuperar sus vidas sin vivir a la sombra de las adicciones. Hoy por hoy, ambos viajan por el mundo llevando mensajes de esperanza y fortaleza a quienes también han pasado momentos oscuros en sus vidas tal y como Strawberry y su última esposa vivieron.
Quiero ver al hombre admirable que, yo siempre supe que, tenía la capacidad de ser. Ya no jugando béisbol, sino ser el hombre extraordinario que Dios quiere que sea y que los demás ven hoy en día. Estoy muy orgulloso de lo que el Señor ha hecho por mí y para mí.