Hay una razón por la que aparentemente Los Angeles Lakers no quieren arriesgar en entregar mucho material de valía para recibir cualquier jugador de teórico estatus alto. Es Russell Westbrook, hoy en Denver Nuggets.
Efectivamente, el periodista Christopher Kline aseguró que la gerencia de amarillo y púrpura no desea repetir el error de hace tres veranos cuando debió salir del escolta Kentavious Caldwell-Pope y el alero Kyle Kuzma; dos piezas vitales en la conquista del anillo de NBA en 2020, junto al interno Montrezl Harrell, en pro de adquirir a un Westbrook entonces de 32 años, quien ya daba síntomas de no ser aquel jugador dominante que coleccionó nueve selecciones al All Star entre 2011 y 2019, y un premio MVP.
Pese a promediar 17.4 puntos por encuentro con 6.9 rebotes y 7.2 asistencias en campaña y media, Westbrook dejó pobres 66.2% en libres y 29.7% en canastas triples, aunado lucir incapaz de conducir eficazmente el ataque de los Lakers ni mostrar engranaje en el dibujo que ya lideraban LeBron James y Anthony Davis.
Las prestaciones del líder en triple-dobles de todos los tiempos en la NBA decepcionaron tanto a la plana mayor de Hollywood, que esta última también canjeó al citado base en febrero de 2023 y en un movimiento a tres bandas en donde recibió al hoy base titular D’Angelo Russell.
En consecuencia, los Lakers sí quieren una tercera estrella ofensiva en vías de formar un tridente de peligro con King James y Davis; sin embargo, no a cualquier precio y sin tratarse de una verdadera luminaria de la liga, que viva un momento importante de su carrera.
Con información de Fansided.com