NUEVA YORK.─ Sean Manaea levantó sus brazos hacia los lados, luego los bajó a la altura de la cintura y pegó un grito en señal de alivio y celebración.
Manaea acababa de salir de apuros tras embasar a dos corredores sin outs en la sexta entrada del Juego 3 de la Serie Divisional de la Liga Americana, preparando a los Mets para la eventual victoria por 7-2 sobre los Filis en Citi Field. El triunfo le dio al equipo de Manaea una ventaja de 2-1 en la serie el mejor de cinco juegos, con la oportunidad de avanzar a la siguiente ronda ante su propia fanaticada la noche del miércoles.
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Una victoria más, y los Mets viajarán a California para buscar la corona de la Liga Nacional.
“No he tenido la carrera más sorprendente de todas”, expresó Manaea. “Pero después de pasar por altibajos y luchar contra la adversidad, eso hace que estos juegos signifiquen tanto”.
Por supuesto que el zurdo entendió la importancia de lo que había hecho. Y por supuesto sabía que de eso dependía el juego en la sexta entrada.
Navegando en el montículo por la mayor parte de la noche, Manaea repentinamente perdió el control y caminó a dos bateadores abriendo el episodio. Pero logró ponchar a Bryce Harper para el primer out, obligando al cañonero estelar de los Filis a hacerle swing a un slider fuera de la zona. Luego generó otro swing a un pitcheo malo de Nick Castellanos, quien sacó una línea al infield directa al cubano José Iglesias que terminó en doble matanza.
“Nos dominó hoy”, reconoció Harper. “Nos derrotó”.
Fue ahí cuando Manaea pegó un gritó – aunque en ese momento su actuación todavía no terminaba. El zurdo retiró a los Filis en orden en el séptimo acto, y se habría convertido en el noveno Met en lanzar más de siete entradas en blanco en un partido de postemporada de no haber sido por la carrera heredada que el relevista Phil Maton cedió en la octava.
“Cuando tiene comando del slider, el cambio y la recta, es como si los dejara sin oportunidad”, elogió Álvarez. “Porque está ubicando todos sus pitcheos. Cuando está lanzando así, el muchacho es increíble”.
Cuando Manaea salió del juego tras permitir un sencillo abriendo el inning, la multitud reunida en el Citi Field lo ovacionó al unísono. Manaea saludó de vuelta a los fans levantando su brazo izquierdo, tiró un beso y dio una palmada con su guante mientras se dirigía al dugout.
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“Es un gran honor”, le dijo Manaea a la cadena FS1 durante la entrevista después del juego. “Estos fanáticos han estado increíbles todo el año. Subir a la loma y lanzar como lo hice en contra de los Filis, es una experiencia increíble”.
Fue de gran ayuda que Manaea pasó la mayor parte de la noche lanzando con la ventaja a su favor. Pete Alonso abrió el segundo inning con su sexto cuadrangular de por vida frente al derecho Aaron Nola, quien fuera su némesis en la universidad y contra quien le ha ido bastante bien como profesional. Jesse Winker amplió la ventaja con el primer jonrón de su carrera en postemporada — tras el acto de escapismo de Manaea en la parte alta de la sexta – el dominicano Starling Marte e Iglesias aportaron dos carreras producidas cada uno que al final resultaron cruciales.
Anthony DiComo/MLB.com