LAS VEGAS.- Los jefes de cuatro de los 10 equipos de la Fórmula 1 restaron importancia al peligroso incidente que sucedió en la primera Práctica Libre del primer Gran Premio de Las Vegas, donde el marco de una alcantarilla se desprendió y destruyó el auto de Carlos Sainz.
Una coladera, cuyo marco de concreto se desprendió al paso del Ferrari de Carlos Sainz y que pudo haber causado un peligroso accidente, pero ‘solamente’ destruyó su auto y de paso el de Esteban Ocon que se encontró la alcantarilla al pasar, es algo que Toto Wolff describió como “ha pasado antes… esas cosas pasan” y “mañana nadie se acordará”.
El team principal de Mercedes incluso explotó cuando un reportero lo increpó por menospreciar el incidente, ya que según él, se trata de algo menor comparado con el gran trabajo que han hecho los organizadores del GP de Las Vegas, que son también los dueño de la F1, Liberty Media.
“Es completamente ridículo, cómo te atreves. Esto ha fijado nuevos estándares para todo, luego hablas de un p**a coladera que no estaba terminada, que ha pasado antes, eso es nada. Es FP1, dale crédito a la gente que ha hecho este Grand Premio, que ha hecho más grande el deporte de lo que ha sido nunca antes, no puedes hablar bien de alguien que ha hecho un buen trabajo, deberías hacerlo de toda esta gente”, demandó un molesto Wolff.
“El carro está roto es una pena para Carlos, pudo haber sido peligroso y tenemos que asegurarnos que esto no pase de nuevo, pero estás hablando aquí de una ‘vergüenza para el deporte’”.
“Este es un mega evento que está poniendo un nuevo estándar a nuestro deporte y eso es importante. No es nuevo, puede pasar, es un nuevo circuito, vi la foto y parte del concreto lo que se rompió, es una pena por la gente, pero estas cosas pasan”.
“Este no es una vergüenza, no es nada, estamos en la noche del jueves tuvimos una FP1 que no se hizo porque se rompió el sello de una coladera y nadie volverá va a hablar de eso mañana”, señaló el austriaco.
Para apoyar al que fue su jefe en Mercedes, el actual director de Williams, James Vowles agregó: “Tal vez deberías hacer un juicio cuando caiga la bandera a cuadros el sábado, más que en lo que ha pasado en la pasada media hora”. Vowles aseguró que el GP de Las Vegas es ya ¡una joya en la corona del calendario, y que incidentes con coladeras y registros en el piso se han visto antes en Mónaco
“Creo que estos autos generan una gran cantidad de succión debajo de ellos, lo que yo vi no parece una falta de diligencia”, insistió el británico que desde 2023 dirige a Williams.
Zak Brown, de McLaren, más moderado, también enalteció el trabajo de la F1 como promotores de su propio evento y dijo que hay que encontrar las causas, resolver y luego hacer juicios, pero no cobrarle el asunto al evento prematuramente.
“Primero que nada cuando tenemos un incidente, primero tenemos que solucionarlo y luego revisar cómo pasó, si es un problema con la pista o algo que pasó con el coche.
“Es injusto juzgar a la ligera y decir que se hicieron mal las cosas. Esto ha pasado antes; pasó en Baku, recuerdo en una carrera de autos sport en Montreal hace muchos años”.
“Es un incidente desafortunado, no creo que sea porque no se hizo bien el trabajo, de alguna manera algo salió mal y tienen que enfocarse en arreglarlo y ver qué salió mal. Pero no hay que cobrárselo a todo el evento, eso estaría mal”, explicó Brown.
El afectado, Fred Vasseur, primero fue enfático que el accidente costaría una fortuna a Ferrari, pero luego con su acostumbrada bonhomía elogió el show armado en el GP de Las Vegas y dijo que se debe separar la parte deportiva de la del espectáculo.
“Estoy convencido que el evento es mega para la F1. Como dijo James esto pasó en Mónaco, Baku 2019…”
“No podemos mezclar. El espectáculo es mega y es un paso adelante para la Fórmula 1, tenemos que separar lo que es el show y el lado deportivo. El show fue mega en el paddock club en la ceremonia, fue algo que no había visto nunca… Pero no porque haces eso no tienes que hacer tu trabajo en la parte deportiva, son cosas separadas”, dijo Vasseur.
José Antonio Cortés / ESPN