MESA, Arizona.─ Más de dos décadas habían pasado desde la última vez que Sammy Sosa pisó el complejo primaveral de los Cachorros. Cuando el ícono de la franquicia llegó la tarde del martes a la nueva sede del equipo, quedó impresionado por la amplitud de las instalaciones de entrenamiento, ubicadas a poca distancia del Sloan Park.
“Este edificio parece Disney World”, dijo el astro dominicano con una carcajada. “Dios mío. Increíble. Hermoso. No teníamos esto cuando jugábamos”.
Usando el uniforme de los Cachorros por primera vez desde el 2004, Sosa se sentó el miércoles en las gradas junto al Campo 1 y conversó con los periodistas antes de dirigirse al terreno como instructor invitado. Tras haber restablecido su relación con la organización en diciembre y disfrutar de un emotivo regreso en la Convención de los Cachorros en enero, Sosa se mostró encantado de haber sido invitado a trabajar con los bateadores.
La mañana del miércoles, Sosa pasó tiempo cerca de la jaula de bateo en el terreno, observando los swings y ofreciendo consejos a varios jugadores. Luego, se trasladó a las jaulas de bateo bajo techo para seguir disponible para preguntas y brindar su experiencia.
Para Sosa, ponerse nuevamente el uniforme de los Cachorros después de 21 años fue algo especial.
“Es genial, hermano; siento como si estuviera jugando otra vez”, comentó Sosa. “Pero está bien. Todos los jugadores están felices de que esté aquí. Tengo mucho que aportar. Creo que la oportunidad está aquí, así que lo estoy disfrutando. Lo estoy disfrutando ahora mismo”.
Sosa mostró una gran sonrisa cuando el ex lanzador de los Cachorros, Rick Sutcliffe, se acercó a él durante la práctica de bateo con una broma y un abrazo. También estuvo presente en el entrenamiento del miércoles la leyenda de los Cachorros, Fergie Jenkins. A lo largo de la primavera, Ryne Sandberg, Mark Grace y Shawon Dunston también han visitado el campamento de Chicago.
Cada vez que los ex jugadores de los Cachorros visitan la sede primaveral, el equipo les da la libertad de recorrer los campos y observar sesiones del bullpen. Aunque el juego ha evolucionado a lo largo de las décadas, estas leyendas del equipo aún comparten el mismo lenguaje de competitividad y mentalidad. Además, sirven como un vínculo entre diferentes épocas en la historia de los Cachorros.
“Parte de lo grandioso del béisbol, y específicamente del béisbol de los Cachorros, es la historia”, mencionó el manager de Chicago, Craig Counsell. “Y entender la historia es importante. Creo que aprendemos de ella. La apreciamos. Y los Cachorros tienen una historia maravillosa”.
No todos los días un jugador con 609 jonrones en las Grandes Ligas — incluyendo un récord del club de 545 con los Cachorros en 13 temporadas — se pasea por la jaula de bateo.
“Los muchachos se emocionan cuando hablan con él, porque es un ícono en cuanto a bateo”, dijo el coach de bateo Dustin Kelly. “Es divertido para los jugadores estar cerca de él, y obviamente tiene una presencia y un aura que inspira confianza.
“Eso es algo que varios de nuestros muchachos ya han notado: lo seguro que estaba en el plato, su mentalidad y lo que pensaba cuando se paraba ahí”.
Muchos de los actuales jugadores de los Cachorros quizás sean demasiado jóvenes para recordar cuando Sosa era uno de los bateadores más dominantes de los años 90 y principios de los 2000, pero las historias y los momentos destacados siguen siendo bien conocidos. En 1998, Sosa y Mark McGwire compitieron por el récord de jonrones en una temporada, año en el que el dominicano se llevó el premio al Jugador Más Valioso de la Liga Nacional. “Slammin’ Sammy” sigue siendo el único jugador en la historia de MLB con tres temporadas de 60 o más bambinazos.
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El veterano Justin Turner, quien tomó práctica de bateo el miércoles bajo la mirada de Sosa, recordó el impacto que tuvo el toletero en el béisbol cuando él era joven.
“Es uno de los grandes”, resumió Turner. “Cada vez que puedes estar cerca de alguien así, automáticamente te transportas a cuando eras un niño viéndolo hacer lo suyo, haciendo el famoso salto de Sammy Sosa. Tienes mucho respeto por lo que él y McGwire hicieron, porque realmente ayudaron a que el béisbol volviera a ser popular con aquella carrera de jonrones.
“Es genial tenerlo aquí y poder hablar con él”.
Sosa comentó que siente que tiene mucho que aportar, incluso si solo estará con el equipo por una semana.
“Yo trabajaba duro todos los días. Todos los días”, afirmó Sosa. “Estoy feliz de explicarle a cualquiera que quiera escucharme”.
Cuando le preguntaron si tomaría un bate y entraría en la jaula de bateo, Sosa soltó una carcajada.
“Primero tendría que prepararme”, dijo. “Ha pasado mucho tiempo”.
Luego se encogió de hombros y sonrió con picardía.
“Pero”, agregó, “creo que podría suceder”.
Jordan Bastian/MLB.com
