WASHINGTON, DC.─ El béisbol nos brinda lecciones que a diario podemos aplicar a otras facetas de la vida. La labor responsable y honesta, aquella que se realiza con una disciplina religiosa, rinde sus frutos de tal manera que nos deja maravillados.
La historia de Andrés Chaparro encaja a la perfección en esa virtud del béisbol: la gratitud.
Los Yankees de Nueva York firmaron a Andrés para el profesionalismo con un bono de 215,000.00 dólares en el 2015. Realizó su debut en ligas menores en 2016 y se mantuvo ahí hasta el 2023.
Andrés no tuvo un desarrollo rápido, pues los primeros cuatro años de su carrera los pasó en ligas de temporada corta, disputando menos de sesenta juegos en cada uno de esos años desde 2016 y hasta 2019. Luego vino la pandemia que eliminó la temporada 2020 de ligas menores y Chaparro usó ese tiempo de inactividad ingeniosamente tratando de mejorar lo que entendía le provocaría mejores resultados: optimizar su condición física.
El tiempo invertido en entrenamientos rindió sus frutos, pues la campaña del 2021 por primera vez jugó más de cien partidos en una temporada y estableció marcas personales en cuadrangulares con 15 y dobles, con 21. Desde ese momento su producción inició un ascenso que no pararía. El 2022 fue una temporada accidentada donde el venezolano realizó múltiples visitas a la lista de lesionados. A pesar de eso, se las arregló para conectar 20 vuelacercas en apenas 71 encuentros, 19 de esos jonrones fueron en Doble-A, en la Liga del Este que es un ambiente complicado para bateadores.
A pesar del gran ascenso del nativo de Venezuela, los Yankees no llamaron al jugador de 23 años de edad al equipo grande cuando los rosters se expandieron en septiembre.
El 2023 fue un año especial para Chaparro. Jugó todo el año en Triple-A, la antesala de MLB y estuvo más que a la altura. Conectó 51 extra bases, 25 de ellos siendo cuadrangulares y tuvo un OPS de .775 en la Liga Internacional, otra liga donde los lanzadores son más dominantes.
A pesar de tener buenas temporadas en 2022 y 2023, los Yankees nunca lo promovieron y en noviembre de ese año el jugador se declaró agente libre. Dos semanas después firmó un acuerdo de ligas menores con Arizona. En el otoño Andrés jugó en la liga invernal de Venezuela y terminó conquistando el premio al mejor novato de la temporada.
Luego de cuatro meses en ligas menores con Arizona, Chaparro llegó a los Nacionales en la fecha límite de cambios, en una transacción que envió al relevista Dylan Floro a Phoenix. Jugó diez partidos en la filial Triple-A de los Nats y luego fue promovido al equipo grande el 13 de agosto. Ocho años después de haber firmado para el profesionalismo el gran sueño de todo pelotero fue materializado para Andrés.
“Con mi familia, obviamente con mi mamá, mi esposa, los uní a todos en una sola llamada y mira, que de verdad casi ni hablé. Ellos mismos se dieron cuenta por mis reacciones, porque lloré obviamente al momento que contestaron y fue emotivo para nosotros, claramente”, comentó Chaparro sobre el momento en el cual le comunicó a su familia que había sido llamado al gran show en entrevista con el periodista Arving Gonzalez para Grandes en los Deportes, programa de béisbol que se transmite de lunes a viernes, de 12:00 pm a 2:00 pm por Escándalo 102.5 FM.
Como si fuera una historia llevada al cine, el ascenso de Andrés a MLB coincidió en el calendario de los Nacionales con una serie donde recibían a los Yankees, organización que durante siete años fue la casa del inicialista venezolano. Su primer cuadrangular lo conectó ante un envío de Gerrit Cole y mandó la pelota a las graderías del jardín izquierdo.
“Estaba afuera con los fanáticos tomándome foto y firmándoles algunas cosas a los fanáticos. Estoy bastante agradecido con ellos por devolverme la pelota y bueno, muy contento por tenerla yo ahora. La pondré en una vitrina que tengo en la casa y será para el recuerdo. Tenerla ahí porque obviamente es algo especial para mí”, expresó con alegría Andrés.
El mensaje de Chaparro a los jugadores veteranos en ligas menores
“Que nunca se rindan. Obviamente todos nacemos con un sueño y hacemos todo lo posible para lograrlo, a algunos nos toma más tiempo que a otros, pero, todo se trata de la disciplina, la perseverancia, la persistencia, la constancia que le dediques y obviamente, confiar en Dios y sabemos que los planes de Dios siempre son perfectos y muchas veces queremos que las cosas pasen a nuestro tiempo, pero Dios nos dice que es a su tiempo y todo llega a su momento. Así que estoy bastante feliz por mi oportunidad ahora”.
Andrés Chaparro batea .250, con siete dobles, dos cuadrangulares, cinco remolcadas y siete anotadas en 17 encuentros. Su OPS ajustado es de 117, indicando que su desempeño ofensivo ha sido 17% superior al promedio de la liga.