Antes de que superara el récord del Bambino, Hank Aaron recibió constantes amenazas de muerte.
Fue un 8 de abril de 1974 cuando el béisbol fue testigo de uno de los momentos más emotivos que se hayan vivido desde que se inventó el deporte rey. Hace poco más de cuatro décadas, Hank Aaron hizo lo que nadie creía que iba a suceder, romper el récord histórico de jonrones conectados por Babe Ruth.
El Bambino había poseído el récord de más cuadrangulares en MLB durante 53 años, hasta que en la caja de bateo del Estadio Atlanta-Fulton County, casa de los Bravos, se colocó Hank Aaron listo para hacer historia. Con 40 años de edad, en el ocaso de su carrera como pelotero profesional, recibió un lanzamiento al centro y cómodo por parte de un pitcher de los Dodgers, al cual se la botó por todo el jardín central izquierdo.
Al escuchar el estruendo de aquel batazo, los aficionados estallaron en júbilo, pues sabían que esa bola cruzaría la barda y Aaron se convertiría en leyenda, por lo menos hasta 2007, año en que Barry Bonds batió el récord de sus 755 jonrones en las mayores.
Cabe mencionar que desde dos años antes de que Hank Aaron superara a Babe Ruth, el ahora honorable miembro del Salón de la Fama, recibió múltiples amenazas de muerte por parte de pseudoaficionados que se negaban a ver a un nuevo rey de jonrones; por ello, durante ese par de años Aaron era protegido y escoltado por policías.
Según informes, cuando Hank Aaron coqueteaba con romper el récord del Bambino, en diversas ocasiones declaró lo siguiente:
Todo lo que tengo que hacer para vencer a Ruth es permanecer con vida.