CIUDAD DE MÉXICO.─ La última vez que los Yankees de Nueva York vinieron a jugar a México, los Diablos Rojos fueron campeones de la Liga Mexicana de Béisbol. Eso podría ser un buen augurio para la novena que no se corona desde el 2014.
Sin ausentes notables, con excepción de su fichaje de última hora Trevor Bauer, los renovados Diablos Rojos entrenaron el martes para alistarse rumbo a los encuentros ante los neoyorquinos que se realizará en la capital del país el próximo domingo y lunes.
Los Yankees no jugaban en México desde 1968 cuando disputaron dos partidos de exhibición que se repartieron y ese mismo año los Diablos Rojos ganaron el tercero de sus campeonatos.
“Estos juegos son un regalo de don Alfredo (Harp Helú) y de su hijo Santiago para la afición porque aunque hay gente que nos recrimina mucho porque no se ha podido dar un campeonato, hemos tratado de hacer bien las cosas en todos los sentidos”, dijo Othón Díaz, presidente ejecutivo de los escarlatas.
Aunque tienen 10 años sin ganar el gallardete de campeón, los Diablos Rojos siguen siendo el equipo más laureado en la liga de verano con 16 títulos.
Díaz explicó que parte de la sequía tiene que ver con una idea de Harp Helú para darle oportunidad al talento que desarrollan en su propia academia cuando el resto de los equipos de la liga le apostaban más por el mercado foráneo.
Eso cambió desde el año pasado y el equipo mejoró, pero cayó en la serie zonal ante el eventual campeón Pericos de Puebla.
Ahora, la dirigencia decidió dar un paso más y concretó los fichajes de peloteros como el dominicano Robinson Canó y el venezolano José Rondón, además del estadounidense Bauer, quien por ahora sólo tiene programados cinco partidos.
“Pensamos que somos un rival muy importante. Tenemos cosas con las que tenemos que competir, pero definitivamente para ser campeón hay que superar todos los obstáculos”, dijo el dirigente.
Aunque falta el título, los Diablos Rojos han ido creciendo fuera del campo desde que se inauguró el estadio Alfredo Harp Helú en el 2019.
“Hace nueve años que llegué aquí la mayor parte de la gente que seguía el béisbol era mayor de 55 años, el 53 por ciento. Hoy más del 74% de la afición tiene menos de 45”, agregó el dirigente. “Además teníamos asistencias de menos de 3.000 personas promedio. Ahora estamos en más de 11.000 y eso ha ayudado muchísimo al crecimiento de la marca”, agregó.
Díaz ponderó esos logros y sabe que muchos aficionados también lo ven así, aunque es innegable que falta un campeonato para coronar esos esfuerzos.
“La última vez que vino Yankees, fuimos campeones, eso lo sabemos”, dijo Díaz. “Entonces sí, eso es algo que platicamos entre nosotros y daremos todo por lograrlo”.
Carlos Rodríguez/Associated Press