Vivimos en un mundo de odio, eso lo tengo muy claro y desde hace mucho tiempo. Es un mundo de envidia, y de cuestionar lo que el otro hace por un grupo de «individuos» que no hacen absolutamente nada en su vida que no sea descargar su veneno hacia los otros.
Y eso ha llegado a un nivel tal, que ya hasta los atletas dominicanos están siendo víctimas de ese tipo de ataques.
Durante el fin de semana, la velocista quisqueyana Marileidy Paulino dijo «Basta Ya» a los ataques despiadados que reciben algunos atletas que visten los colores del país, solo por ser negros o descendientes de extranjeros… que sean negros.
Sucede en cada carrera en que la Fiordaliza Cofil compite y sucedió el viernes, específicamente, cuando Marysabel Senyú conquistó la medalla de oro en salto alto de los Juegos Centroamericanos y del Caribe.
«Es una pena que haya personas en nuestro país que sean racistas solo por el color de nuestra piel, deberían de apoyar y halagar a toda esa juventud que lucha día a día, ya que tenemos una familia que espera el pan por medio de nuestro sacrificio», escribió Paulino.
Y agregó: «A los que no son negros y no son 100% dominicanos sí quieren aplaudirlos, por favor tengamos respeto y más con los deportistas».
Así que la sociedad dominicana no solo se torna cada vez más violenta sino que también ahora somos también racistas, un racismo fomentado por grupúsculos que viven de explotar diferencias fundamentados en un supuesto sentimiento nacionalistas que no es más que su forma de mantener una vigencia que nunca han tenido y que tampoco deberían tener.
Lamento mucho que los atletas dominicanos tengan que lidiar con ese tipo de situaciones en un país de negros y mulatos y algunas otras etnias mezcladas.
Lamento mucho Marileidy, que tengas que parar tu celebración y la de tus compañeros de poner en alto el nombre de la República Dominicana, mucho más en alto de lo que alguna vez lo han hecho algunas de esas lacras que hoy los cuestionan, para responder estos ataques.
Pero tranquila, que ustedes vuelan muy por encima de donde ninguno de esos personeros pudiera llegar.
Mientras tanto, sigan dándolo todo como siempre lo han hecho, siendo los mejores.