El velocista dominicano Alexander Ogando terminó en el quinto puesto de la final de los 200 metros de los Juegos Olímpicos de París, quedando sin podio, pero entrando a un grupo muy selecto de los atletas más rápidos del mundo… y eso merece ser resaltado.
Ogando, que también corrió en los 400 metros, es entrenado por el dos veces campeón olímpico, Félix Sánchez, y con apenas 24 años de edad debe ser seguido bien de cerca porque su futuro luce muy promisorio.
Con un tiempo de 20.02, Ogando escoltó a Letsile Tebogo, de Botswna, quien ganó el oro con tiempo de 19.46. La plata fue para el estadounidense Kenneth Bednarek, con 19.62 y el bronce lo obtuvo Noah Lyles (19.70). Erriyon Knighton, de Estados Unidos, hizo 19.99.
Ogando fue parte del equipo de relevo mixto que ganó plata en Tokio 2020 y ganó oro en los Centroamericanos del 2023 aunque no viajó a los Panamericanos de ese mismo año debido a una lesión.
El muchacho de los tintes de pelo, rosado en París y amarillo pollito en San Salvador 2023, podría dar una sorpresa en los mundiales del próximo año y en cuatro años en Los Ángeles, si sigue creciendo bajo la tutela de Sánchez.
Ogando podrá haberse quedado sin medallas en París, pero me parece que el diploma olímpico que trae de estos Juegos Olímpicos representan su graduación para entrar al estrellato del atletismo.
Así como ya tenemos una campeona con Marileidy Paulino, que hoy debe quedarse con la medalla dorada de los 400 metros, en un futuro no muy lejano podríamos estar hablando de la misma manera, pero del sanjuanero.