Si hay un tema que ha sido espinoso en la historia del béisbol de las Grandes Ligas es el de las apuestas. Todo fanático del juego conoce al dedillo la historia de los llamados Medias Negras de Chicago y las consecuencias que trajo ese escándalo, incluyendo suspensiones que se mantienen vigentes más de 100 años más tarde.
Ni hablar del caso de Pete Rose, el rey de los indiscutibles del juego, que fue suspendido de por vida por apostar cuando era dirigente de los Rojos de Cincinnati.
Por eso chocó tanto que cuando las apuestas deportivas se convirtieron en algo legal en los Estados Unidos, la MLB adoptara tan fácilmente hasta la inclusión de bancas de apuestas en algunos estadios.
Y no hubo gran escándalo, hasta que comenzando la temporada del 2024, se reveló que el intérprete de Shohei Ohtani estaba involucrado en un esquema de apuestas ilegales y que le había robado más de US$16 millones para cubrir sus deudas.
Ohtani fue exonerado por las autoridades federales y también por la liga y ha seguido jugando sin problemas.
Pero ahora explota otro incidente, uno que involucra al jugador de los Padres de San Diego, Tucupita Marcano, según un reporte del periódico Wall Street Journal.
Se habla de que hay al menos otros cuatro jugadores involucrados en el escándalo y que podrían producirse suspensiones de por vida para al menos uno de ellos.
¿Cuáles son esos otros cuatro jugadores? ¿Son de su mismo equipo? Queda esperar ver qué dice la investigación al final y cómo manejarán cada caso particular.
Pero si me preguntan, creo que la liga se ha equivocado al abrir las puertas de par en par al negocio de las apuestas, normalizando una conducta que aunque se le aclaró a los jugadores que no cambiaba la legislación para ellos, sí dejó algo opaca la realidad entre lo que se puede y no hacer.
En la NBA ya sancionaron de por vida al pívot Jontay Porter, precisamente por apostar al juego este mismo año. ¿Se repetirá la historia en la MLB antes de llegar al Juego de Estrellas?
La investigación a Marcano se hará pública más temprano que tarde y la sanción muy probablemente sea ejemplificadora. No obstante, la apertura hacia ese negocio en territorio estadounidense pone en entredicho todo lo demás.