Melbourne, Australia. (AP).- Roger Federer sacude la cabeza y se escucha un poco avergonzado ante la pregunta de por qué nunca había tenido un partido en Sudáfrica hasta ahora.
Después de todo, es el país natal de su madre.
“Siendo honesto, no sé por qué me tomó tanto tiempo”, dijo el 20 veces campeón de Grand Slam. “Me dije, ‘No es posible que he estado en la gira por 20 años, me he convertido en el jugador que soy y nunca he jugado en Sudáfrica. Simplemente no está bien’. No podía vivir conmigo mismo si eso continuaba”.
El suizo de 38 años planea llenar esa casilla en un currículo de antemano lleno de logros el viernes, cuando se enfrente a su acérrimo rival Rafael Nadal en un partido de exhibición en Ciudad del Cabo.
“Ustedes saben cómo es esto. La vida en la gira a veces es lo que es. No podría sentirme más emocionado ahora que realmente va a suceder. Espero que yo me encuentre bien como para jugar. Creo que lo estoy, pero ya veremos”, agregó Federer después de perder en las semifinales del Abierto de Australia, donde su movilidad se vio limitada por un dolor muscular en la ingle.
“Además, el hecho de que Rafa haya estado dispuesta a hacerlo es emocionante, por supuesto, por decir lo menos. Sé que mis padres también se sienten muy contentos, muy orgullosos. Estoy seguro de que jugar allá será mucho muy especial para mí en muchos sentidos”.
La meta es recabar más de un millón de dólares para la Fundación Roger Federer, que apoya la educación infantil en seis países africanos y Suiza. Su directora general, Janine Haendel, dijo que la fundación de antemano ha ayudado a más de un millón de niños desde su creación.
“Será un momento muy emotivo para él”, sostuvo Haendel sobre el evento en Sudáfrica, en el cual también se espera la presencia del magnate Bill Gates. “Para él, es realmente un sueño. Por mucho tiempo ha sido uno de sus proyectos”.
Pero no solo se trata de recabar _o ganar_ dinero, de acuerdo con Federer. El suizo desea asegurarse de que el evento sea accesible para el público, por lo que 10.000 boletos saldrán a la venta por unos 11 dólares cada uno. La meta es que acudan unas 50.000 personas, lo que sería el mayor público del que se tenga registro para un partido de tenis.
Eso se adapta perfectamente al interés de Federer de mejorar su legado _y de paso el del tenis.